Ronaldo Nazario es considerado por muchos como el mejor delantero centro de la historia del fútbol. Su calidad llevó a una selección brasileña plagada de estrellas como Rivaldo o Ronaldinho a ser campeona del mundo en 2002, el mismo año en el que ganó el Balón de Oro y fichó por el Real Madrid.
Sin embargo, antes de recalar en el Bernabéu ya había dejado su huella en el máximo rival blanco, el FC Barcelona, donde ofreció una de sus mejores versiones a lo largo de su carrera, siendo más eléctrico y desequilibrante que nucna. Su salida vista en perspectiva se puede considerar como una de las peores operaciones del club, y sobre la que el propio Ronaldo ha querido contar su versión.
En una entrevista concedida a LaLiga, aclaró que «le hubiera gustado quedarse» y seguir vistiendo de azulgrana. «Yo había firmado el contrato renovando al final de la temporada y me fui de viaje con Brasil, y a los cinco días me llamaron para decirme que no podría seguir con la renovación«, reveló O Fenómeno. Asímismo, Ronaldo confesó que su intención era seguir en el Barça, compartiendo vestuario con jugadores de la talla de Figo o Stoichkov.