La confirmación de que Dembélé se perderá lo que resta de temporada ha reactivado el plan de fichar a un delantero. Tras un mercado invernal en el que se buscó un atacante sin éxito, la baja del galo obliga a volver a buscar algún efectivo para una zona ofensiva que se ha quedado muy mermada por las lesiones (a la de Ousmane se suma la de Luis Suárez, de baja hasta abril aproximadamente) y las ventas (sobre todo la de Carles Pérez).
La forma en la que va a actuar la entidad azulgrana está condicionado por el plan que hay para el verano, donde la idea es fichar a un delantero de élite. El gran objetivo es Lautaro Martínez, un nueve puro al que se ve como el sustituto ideal de Luis Suárez, mientras que la opción de un regreso de Neymar se volverá a barajar. Dos operaciones muy costosas, pues tanto Inter de Milán como PSG pedirán cifras cercanas a los 100 millones de euros en ambos casos.
Así, el objetivo es que el atacante que llegue sea, a poder ser, polivalente. Ello, unido a su precio, complica la llegada de uno de los nombres que más han sonado en los últimos días: Willian José. El delantero de la Real Sociedad es un nueve puro por el que los donostiarras piden una cifra en torno a los 50 millones. No quiere el club realista quedarse sin uno de sus jugadores clave si no es a cambio de una fuerte cantidad, más aún teniendo en cuenta que no podrán fichar un recambio. El hispano-brasileño tiene una cláusula de 70 millones de euros, cantidad que en ningún caso pagará el FC Barcelona.
Parecido es el caso de Loren Morón, un nueve puro al que Quique Setién sacó de la cantera bética y que conoce a la perfección. Su precio es algo más asequible, pues podría rondar entre los 25 y los 35 millones de euros, pero también es un nueve puro.
La polivalencia y el precio es, en cambio, la gran baza para la llegada de Ángel Rodríguez. El canario es un delantero rapidísimo que puede jugar tanto de nueve como de segunda punta como caído a una de las bandas. Su perfil bajo (es suplente en el Getafe) es su gran pero, pues no sería bien visto por una buena parte de la afición, pero su precio –tiene una cláusula de solo 10 millones de euros– no hipoteca ni el presente (cuando regrese Luis Suárez) ni el futuro.